Dos días no parecen suficientes para que la música llene de fuerza a la ciudad. No obstante, en estos dos días del Festival Grita quedaron en el aire voces y rugidos de sus participantes que seguro seguirán haciendo eco.
El día dos fue para el metal y sus variantes. Los integrantes de Semilla de Odio aseguraron que su música explora el lado oculto y explicaron que “buscan mantener una línea de oscuridad”. Por esta misma línea estuvo la banda “Savage Aggression”, quienes narran que sobre el metal pesa un gran estigma y satanización, precisamente por los temas que abordan. También afirmaron que en el país económicamente no es posible vivir del metal, pero “aunque no se puede vivir del metal, lo hacemos con pasión. Hacemos música para nosotros, para sentirnos bien, no para vender.”
Esta misma pasión la expuso en el escenario Militant, banda manizaleña, cuyos miembros aseguraron que antes de salir al escenario siempre tienen nervios y “el Grita es algo muy grande para nosotros”. Sobre su producción discográfica Born for war, explicaron que en ella «no fomentamos la violencia, la estudiamos y analizamos». En este álbum, dijeron, usaron al país como referencia ya que Colombia “nos da mucho para escribir. Es bastante nutritivo para hablar del tema de la violencia. Ojalá nos dé para cambiar de tema.»
La cuarta agrupación encargada de encender el escenario, Nameless, es una banda de recorrido amplio. «Nameless no es una banda, es un legado. Por eso no le damos valor a nuestros nombres. Somos un legado sin nombres», afirmaron. La banda se sustenta en la variación en los miembros que ha tenido a lo largo de su historia “siempre apoyándonos en el talento”. Por otra parte, comentaron que su producción siempre se basa en la el “culto a nuestros muertos, quienes aún nos duelen; en nuestras canciones se celebran a los ausentes».
Los integrantes de la banda pereirana Twilight Glimmer comentaron que su nuevo álbum “trata de volver a la esencia y la raíz», según ellos, con sonidos que evocan ese periodo inicial de la banda y explora “esa sensación de ser muchacho”. Sobre el metal, comentaron que «uno se vuelve metalero porque cuestiona. El metal no nos brinda respuestas, es como un bálsamo.» Y aseguraron que ellos no viven del metal sino por el metal.
La cuota del hard rock vieja escuela, la trajo la banda manizaleña Orfeo. Comentaron que ellos hacen hard rock con la intención de “tratar que las generaciones actuales conozcan el bagaje anterior al metal». También explicaron que “somos capaces de hacer hardrock como el de antes, con la expectativa que se tiene actualmente».
Expoferias retumbó cuando Vein hizo su aparición; durante la presentación la música tuvo como acompañante un show de dibujo en vivo. Sobre esta acción, el artista Iván Chacón comentó que “nosotros siempre estamos buscando un espacio diferente donde el arte y el sonido estén en un mismo lugar»; para ellos, según explicaron “en cualquier banda el arte y las imágenes son fundamentales. Las visuales apoyan la ideología de la banda». Sobre sus letras, explicaron que no buscan decir una única verdad “pero sí hablar desde adentro. Queremos decirle a la gente ojo, mire lo que está pasando».
Vein, fue la antesala, a una de las bandas más esperadas de esta segunda noche del Grita. Asesino de Estados Unidos pero con acento mexicano inevitable. Ellos, en la rueda prensa prometieron que el próximo año tendrán un nuevo álbum, ya que llevan 16 años sin producir nada nuevo. Sobre sus letras, comentaron que el padre de uno de los miembros de la banda, les ayuda con alguna de las expresiones en español que olvidan.
La noche cerró con Tiamat, de Suecia; mientras la neblina de la montaña se mezclaba con las toneladas de adrenalina que el público derrochaba a cuenta de una de las agrupaciones más icónicas del metal. En su rueda de prensa mencionaron que son una banda que siempre seguirá vigente y que tiene un sello propio “Tiamat, se explora a sí mismo”, afirmó Johan Edlund.